A la hora de comprar una nueva jaula para tu ninfa, debes tener en cuenta una serie de características para que viva segura y feliz. Por ello, en este artículo de la Escuela de Veterinaria de Campus SEAS te contamos cómo es la jaula perfecta para tu ninfa. ¡Vamos allá!
Tamaño
Para empezar, una de las características más importantes en las que debes fijarte es el tamaño, ya que es un aspecto fundamental para las ninfas. Su profundidad debe ser de entre 18 y 50 pulgadas, su ancho también de 18 a 50 pulgadas y su altura de 25 a 75 pulgadas. Para que te hagas una idea, el pájaro debe ser capaz de abrir sus alas sin tocar los laterales de la jaula, pero evitando que le sobre mucho espacio para que no se estrese.
Estas medidas varían en función de la cantidad de tiempo que el pájaro pasará dentro de la jaula: cuantas más horas al día esté dentro, más grande debe ser la jaula. Por supuesto, tendrás que medir el espacio donde pondrás la jaula antes de ir a comprarla.
Tipo
Una de las cosas que más les gusta a las ninfas sobre su jaula es que les permita estar cerca del techo de la misma, así que es preferible que el alto sea superior al ancho. También debes elegir entre diferentes formas en función de cómo creas que quedará en la habitación donde la coloques.
En cuanto a las barras, es muy importante que sean lo suficientemente estrechas como para que el ave no pueda meter su cabeza y evitar que se le quede atascada.
Elementos
Lo ideal es que la jaula perfecta de una ninfa tenga varios elementos que hagan su vida más cómoda. Por ejemplo, un par de perchas en las que pueda descansar, pero siempre teniendo en cuenta que el ave tenga suficiente espacio para que su cola no sobresalga por las barras.
También es interesante que tenga dentro de la jaula algunos juguetes desechables, pero siempre manteniendo el espacio ordenado. Por último, es fundamental que en la parte inferior tenga una bandeja extraíble para sacar fácilmente todos los residuos, limpiarla y volver a meterla.
Materiales
Lo más frecuente es que las jaulas estén fabricadas en hierro, ya que les da la robustez adecuada para que no se rompan. También es fundamental que evites materiales tóxicos, ya que en ocasiones les gusta morder con su pico las barras de la jaula. Por este mismo motivo también es bueno evitar la pintura.
Asimismo, es recomendable que tengan cuatro pies para una máxima estabilidad y que tengan ruedas para que si necesitas transportarlo a otro lugar puedas hacerlo fácilmente.
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