Tips sobre mascotas

¿Se puede tener un perro y un gato en casa?

febrero 2, 2022

A pesar de la frase: “se llevan como el perro y el gato”, ambos animales no siempre son enemigos mortales. Muchos perros y gatos pueden aprender a convivir tranquilamente. Para ello habrá que enseñar a su perro y gato a tolerarse o incluso a hacerse amigos.

¿Los perros y los gatos pueden llevarse bien?

La verdad es que los gatos y los perros viven juntos tranquilamente en la mayoría de los hogares.  Los conflictos ocurren más durante la fase de presentación inicial, debido a la naturaleza de ambos animales. Tanto los perros como los gatos están genéticamente programados para cazar y perseguir a criaturas pequeñas. Por eso hay que tener en cuenta cuestiones como:

Caza y presa. Es por eso que es menos probable que los gatos vean a los perros como presas debido a las diferencias de tamaño. Sin embargo, un cachorro o un perro muy pequeño puede desencadenar el instinto depredador de un gato.  Y no hay que descartar que los gatos pueden malinterpretar el lenguaje corporal de un perro y ponerse a la defensiva o tener miedo.

Comportamiento territorial. Por otro lado, tenemos el comportamiento territorial. El actual residente de cuatro patas de la casa puede sentirse amenazado por la nueva presencia de otra criatura y ponerse a la defensiva. Para enviar el mensaje de que “este es mi territorio”, los gatos pueden gruñir y silbar a un perro nuevo. Los perros pueden ladrar y gruñirle a un gato nuevo. Ambas especies pueden orinar o defecar por la casa para marcar su territorio y llamar la atención de los humanos.

Personalidad de la mascota. En general, si el gato es residente muestre un comportamiento territorial y defensivo hacia el nuevo perro. Mientras que el perro si ve a un gato nuevo lo vea más como presa y lo persiga. Sin embargo, hay formas de hacer que tanto perros como gatos convivan en armonía. Eso sí, hay que tener en cuenta que no todos los perros y gatos son compatibles. 

Por ejemplo, un gato miedoso no es el amigo ideal para un perro hiperactivo.  Lo mismo ocurre si la mascota es joven, pero es un poco bruta jugando porque podría lastimar al nuevo cachorro. Así que antes de adoptar una nueva mascota, hay que tener en cuenta la personalidad de la que ya se tiene. 

Enfermedad o problemas de comportamiento. Asimismo, si la mascota que ya hay en casa tiene una enfermedad grave o problema de comportamiento, habrá que atenderla primero antes de considerar una segunda mascota.

La edad. Las mascotas jóvenes suelen ser más receptivas a tener un nuevo compañero de juegos. En cambio, las de más edad a veces muestran más resistencia a los nuevos porque un animal más joven puede frustrar o abrumarlo. Además, puede que al más mayor le tengas que prestar más atención y cuidados. 

Siempre puedes preguntar en grupos de adopción de qué mascota puedes tener según el temperamento de la tuya, porque ya ha habido antecedentes en otros casos de mascotas. Por último, cabe señalar que algunos perros y gatos nunca aprenderán a aceptarse unos a otros. Así que es posible que al final solo puedas tener perros o gatos, pero no ambos.

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