Para que tu gato crezca sano y fuerte es necesario que tenga una dieta adecuada. Por ello, en este artículo de la Escuela de Veterinaria de Campus SEAS te lo contamos todo sobre cómo debe ser la dieta de un gato. ¡Sigue leyendo!
Así es la dieta de un gato
En primer lugar, es importante mencionar que históricamente la carne es el centro de la dieta de un gato, ya que son animales esencialmente carnívoros, a diferencia de los perros que sí pueden ser vegetarianos. Esto es así porque su principal fuente de energía son las proteínas, por lo que deben estar presentes en su día a día. Además, otros nutrientes fundamentales para los gatos son la taurina, para el corazón y la vista; el ácido araquidónico, para la salud de la piel y el pelaje; y la vitamina A, para el pelaje y la vista.
Sin embargo, no es necesario que coman carne como tal, sino que los alimentos para gatos con altas dosis de proteínas pueden servir. De hecho, como curiosidad, estos alimentos a veces tienen forma de carne. Un gato se considera adulto para su alimentación a partir de los 12 meses de edad. Por otro lado, a partir de los 7 años ya es un gato senior, por lo que es un buen momento para llevarlo al veterinario y que te recomiende la dieta que debe seguir.
Comen cuando les apetece
Algo que quizá te llame la atención es que los gatos no tienen horarios de comidas, sino que comen cuando ellos quieren. Por ello, es necesario que tengan su comedero lleno y accesible y ellos ya se administran la comida como les apetezca. La única excepción se encuentra en los gatos con sobrepeso.
Asimismo, en el caso de que quieras cambiarle la comida, es importante que sepas que lo debes hacer poco a poco, a lo largo de 10-15 días a la vez que le das también la comida antigua. Por último, también cabe destacar que lo de que los gatos beban leche es un mito, ya que no la digieren bien y hay que evitarla. En la dieta de un gato también hay que evitar darles carne cruda y sobras de nuestra comida.
Comida seca y comida húmeda
En cuanto a la comida para gatos, debes saber que existen fundamentalmente dos tipos: comida seca y comida húmeda. La comida seca tiene una vida útil más larga una vez abierto el envase, ayuda a que mantenga sus dientes sanos, es fácil de masticar y tragar y es más sencillo controlar las cantidades que le echas.
Por otro lado, la comida húmeda tiene un olor y textura muy agradables para ellos, es fácil de servir y hace que beban más agua. No hay un tipo de comida que sea mejor que el otro, sino que lo más recomendable es que des a tu gato a probar de los dos tipos y que observes cuál es el que más le gusta.
Para terminar, esperamos que este artículo te haya sido de utilidad para conocer la dieta de un gato.
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